viernes, 20 de noviembre de 2009

Las Emociones Prenatales. Nacemos antes de nacer


Este es otro artículo independiente que demuestra que las bases de nuestro patentado Sistema de Educación Prenatal Babyplus son sólidas y de hecho, así lo han comprobado miles de padres en todo el mundo:


Los nueve meses de gestación constituyen una etapa crucial en la vida de cada ser humano. El tipo de relación con la madre y con el exterior determinarán las actitudes que nos acompañan toda la vida. La bella tarea de ser padres comienza con la concepción.
Hasta hace poco, los científicos suponían que la conciencia e inteligencia de los bebés eran muy limitadas. Los sistemas nerviosos del feto y del bebé parecían incompletos. Los sistemas neuronales no están desarrollados. La envoltura de mielina ede las células nerviosas sólo está parcialmente formada. Los neurólogos dedujeron que el feto no era capaz de sufrir, experimentar placer, aprender, recordar o pensar. Los movimientos y expresiones del feto y del bebé eran considerados reflejos.
Pero los avances realizados a lo largo de las dos últimas décadas a través de los estudios embriológicos y fetales –utilizando la fotografía intrauterina, las imágenes ultrasónicas, el escáner con microscopio electrónico y otras tecnologías– ofrecen una nueva comprensión del mundo del ser humano aún por nacer. Decenas de experimentos demuestran que a las pocas semanas de la concepción ya posee los sentidos del oído, el tacto y el gusto bien desarrollados. Le afectan los estímulos que llegan desde el interior del cuerpo de la madre y desde el exterior. Y aun más, responde a las emociones y las expresa. Es decir, el ser humano no nacido posee vida emocinal y se comunica con la madre y con el exterior. Dentro del mundo uterino ya reímos, lloramos y se forma nuestra personalidad.

Un entorno acogedor

El obstetra Rene Van de Carr señala que el desarrollo de las vías neuronales relacionadas con las habilidades intelectuales y motoras depende de las informaciones obtenidas a través de los sentidos. Por tanto, los padres tienen la posibilidad de crear, ya incluso durante el embarazo, un entorno físico y emocional que promueva la salud y el bienestar de sus hijos.
La calidad de la atmósfera psíquica y emocional que acoge al niño es decisiva. Según un estudio dirigido por la doctora Bea Bergh, el nivel de estrés de las madres durante el embarazo puede producir un impacto significativo en sus hijos: las que sufren ansiedad prolongada entre las semanas 12 y 22 de gestación tienen más probabilidades de tener hijos nerviosos o con déficit de atención. La sociedad moderna apenas muestra preocupación por esta realidad. Las madres trabajan hasta el último momento y muy pocas saben que su estado mental y anímico puede tener una influencia decisiva sobre el bienestar futuro de sus hijos.

Otras culturas

Sin embargo, muchas culturas antiguas parecen haberlo sabido. De hecho, poseen costumbres en torno al momento del nacimiento y el cuidado del embarazo que son totalmente coherentes con los descubrimientos que está realizando la ciencia contemporánea y que se hallan a años luz de las erróneas prácticas seguidas en los hospitales modernos.
La psicóloga Ann Maiden ha estudiado cómo se prepara el recibimiento del niño en 80 culturas tradicionales. Por ejemplo, en un libro de medicina tibetana del siglo XVIII ha podido ver cómo se describen detalles de la evolución del feto a lo largo de cada semana del embarazo. En concreto, en la semana 26, el texto tibetano afirma que la conciencia del niño ya es muy clara y puede ver sus vidas pasadas, puede reconocer si fue un ser puro u ordinario y saber cómo fue su nacimiento anterior. En Bali, lo primero que hacen las mujeres al saber que están embarazadas es hablar con el dukun, el sanador del pueblo, que les ayuda a iniciar el diálogo con el niño, a fin de descubrir su identidad y su propósito en la vida. Estos dos asuntos –la identidad y el propósito– se mantienen como temas importantes a lo largo de la educación y la formación espiritual balinesas. Las mujeres aborígenes australianas consideran que su papel en el nacimiento es proporcionar un refugio temporal para un ser con su propia identidad espiritual preexistente. Por cierto, creen que el espíritu entra completamente en el feto cuando ha alcanzado una determinada etapa de desarrollo que se sitúa en torno a la décima semana de la gestación.
La psicóloga Jean Liedloff, autora de El concepto del continuum, observó que los yequana de la jungla de Venezuela hacían que los niños se sintiesen una parte valiosa de su entorno natural y social desde el mismo momento de la concepción, y que esta atención era la principal responsable de la impresionante salud psicológica, la ecuanimidad y el buen humor característicos de los nativos. Actitudes similares en torno al nacimiento se dan entre las naciones indígenas norteamericanas. El cheroki Dhyani Ywahoo afirma, en su libro Voces de nuestros ancestros: enseñanzas cherokis de la Sabiduría del Fuego, que “elegimos una familia donde nuestros talentos puedan desarrollarse para completar un ciclo de aprendizaje. Incluso cuando nos encontramos dentro de nuestras madres escuchamos y sentimos la familia que nos rodea. Dentro del útero, el niño está percibiendo las cualidades de las mentes de sus padres y responde a los pensamientos que otras personas dirigen a la madre. Por esta razón, es muy importante que las mujeres embarazadas cuenten con una red de personas que las apoyen amorosamente y que su entorno esté libre de ira en la medida de lo posible”.

Nace la psicología prenatal

La sociedad moderna occidental ha olvidado o se ha mantenido ajena a toda esta sabiduría. Pero una nueva disciplina, la psicología prenatal y perinatal, está llamando la atención sobre las dimensiones emocionales y mentales del ser humano durante su propia gestación y nacimiento.
A lo largo de los últimos 30 años, los psicólogos han comprobado que sus pacientes remontan los orígenes de sus actitudes vitales disfuncionales a sus experiencias negativas durante la etapa fetal o el nacimiento. En la literatura psicológica clásica se encontraban muy pocas referencias al tema, por lo que los psicólogos han debido compartir sus hallazgos sobre las experiencias psíquicas más tempranas.
A partir de Sigmund Freud, se comenzó a tomar conciencia de que las experiencias infantiles condicionaban la personalidad adulta. Este reconocimiento implicó cambios culturales revolucionarios. Los niños adquirieron el derecho a no ser traumatizados, y en vez de integrarnos ciegamente en un orden religioso o social determinado, intentamos descubrir quiénes somos y satisfacer nuestras necesidades personales.
Ahora nos encontramos ante el reto de remontar nuestra historia vital hasta el mismo momento de la concepción. El descubrimiento del mundo interior uterino profundiza la revolución del psicoanálisis y cambia la manera en que nos vemos a nosotros mismos como individuos, así como la forma en que nos relacionamos con las personas que nos rodean. La sociedad entera está concernida sobre la consideración y el trato que recibe cada ser humano desde su concepción. De hecho, estamos hablando sobre una nueva definición de la condición humana.
El desafío es descubrir las auténticas necesidades del ser humano desde el primer segundo de su verdadera existencia. Distintos autores aseguran que las necesidades fetales continúan, transformadas, durante la vida adulta, y todo lo que el ser humano construye va a encaminado a sustituirlas o compensarlas, con más o menos éxito.
De alguna manera, las emociones prenatales dominan la organización social, la vida cotidiana, los deseos y las frustraciones, la política internacional, la guerra y la paz. Cada cultura sobre la Tierra es un intento de la especie humana de recrear en el exterior el mundo uterino. El ser humano construye entornos donde le resulte posible sobrevivir. No le importa si hace calor o frío, puede vivir en el trópico o en los polos, o desplazándose de un lugar a otro, pero necesita reencontrarse con la situación uterina original. Es la causa de la creatividad humana, explica Ludwig Janus, autor de El nacimiento del alma.




De Babyplus

viernes, 15 de mayo de 2009

Embarazo y la importancia del apego en el bebe

Se trata de una ligazón afectiva que funciona en todos los seres humanos. El apego es el proceso por medio del cual los niños establecen y mantienen una especial ligadura con otro, lo cual le aportaría un sentimiento de seguridad que permite ser el fundamento para poder separarse de sus cuidadores y explorar el entorno que los rodea. Es un vínculo psicológico que crece a través de las relaciones mutuas que se dan entre la madre y su bebé por miradas, proximidad, tacto, sostén, las que comienzan en el embarazo y ya nacido se dan durante la alimentación y otras interacciones.





¿A qué edad comienza a formarse el vínculo?
La relación de apego se inicia desde el embarazo e interactivamente desde el nacimiento.

¿Por qué es importante que se forme?
La importancia del apego reside en su poderosa influencia en la adaptación del niño: adaptación social, desarrollo cognitivo, desarrollo emocional. El apego cumple una función en la salud mental a lo largo de toda la vida. La psicopatología es consecuencia de deficiencias en el cuidado temprano.

¿Cómo y Cuándo puedo comenzar?

El apego puede comenzar ya desde los primeros meses del embarazo, puedes hablarle y acariciar tu barriga, esto es muy importante ya que el bebé lo único que escucha con claridad es la voz materna, por tanto el bebe debe sentir que se le está hablando a él.  En este sentido Babyplus es una herramienta que ha mostrado ser eficaz en la creación de este vínculo, y de hecho, los beneficios reportados por padres que han ocupado este sistema de educación prenatal a través del mundo, tienen directa relación con el apego: bebes mucho más seguros y relajados, por tanto más curiosos, capaces de calmarse a sí mismos, lloran mucho menos, son más interactivos y están más atentos. (más testimonios)

¿Qué situaciones influyen positivamente en el desarrollo del vínculo, durante los primeros meses de vida?
La mirada, la vocalización, el tacto, el afecto, la proximidad y el sostén son los diferentes canales desde los cuales van a interactuar la madre y su bebé. Otros elementos son sincronía y la reciprocidad en la relación.
Los determinantes del apego seguro son: sensibilidad, respuesta a la angustia, estímulo apropiado y moderado, sincronía y calidez de la interacción, compromiso, contacto físico frecuente y prolongado, interacciones recíprocas y activas, adecuación de la interacción de contacto basado en los ritmos y señales.

¿Qué situaciones impiden o dificultan el desarrollo de éste vínculo?
El patrón de interacción que se da entre madre e hijo, determina diferentes tipos de apego: seguro; evitativo - inseguro; ambivalente. La seguridad, sincronía, reciprocidad, calor, como modelos de apego, marcan diferencias cualitativas que modelan una personalidad vulnerable o segura. Así, la conducta intrusiva, el estilo de interacción madre-hijo controladora, la falta de respuesta, el poco compromiso del cuidador, los patrones de conductas contradictorios no permiten o dificultan el desarrollo de un tipo de apego seguro.

¿Cómo influye en nuestra vida adulta el tipo de vínculo que hayamos desarrollado?
El apego influye las relaciones sociales posteriores de la vida. El apego cumple su función en la salud mental a lo largo de toda la vida. Son patrones que se van a repetir. En la pareja por ejemplo, repetimos ese patrón de vínculos.



De Babyplus Chile

miércoles, 8 de abril de 2009

El cerebro del Bebé. Documental

El cerebro del bebé” es un documental realizado por el programa español REDES. En él participan expertos independientes que nos hablan de la importancia de los primeros años de vida en el desarrollo cerebral del bebé, y de la importancia que la educación prenatal tiene en este desarrollo.

En este sentido, es importante que los padres sepan que el Sistema de Educación Prenatal Babyplus, es el único método que ha probado ser efectivo no sólo científicamente, ya que son miles los padres alrededor del mundo, que ya han entregado a sus hijos ventajas intelectuales creativas y emocionales para toda su vida.  Las ventajas que entrega Babyplus, a diferencia de la música, son de efectos permanentes.



miércoles, 4 de febrero de 2009

Alimentación y desarrollo cognitivo del feto durante el embarazo

Los nutrientes con más impacto sobre el desarrollo cognitivo del bebé durante la gestación son: proteínas, hierro, yodo, zinc, cobre, selenio, ácidos grasos (ALA, DHA y EPA), vitamina A y vitaminas del grupo B (B1, B6, B12, folatos). "Las deficiencias de estos nutrientes afectan al cerebro del feto, pero dependen del momento en el que aparezcan y de la gravedad de las mismas


Nueve kilos en nueve meses. Éste es el peso medio que los expertos aconsejan ganar a las embarazadas, aunque depende de cada caso. Con esta recomendación en la cabeza, la principal preocupación de todas las gestantes, como reconoce Rosa Ortega, catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, "es no coger más kilos de los necesarios". En su afán por lograrlo "pueden llegar a tener desequilibrios nutricionales que les pasarán factura a largo plazo".

Según la profesora Ortega, "el embarazo es una etapa vulnerable desde el punto de vista nutricional, porque las necesidades son más elevadas y difíciles de cubrir y los desequilibrios en la alimentación pueden tener repercusiones más graves que en otras etapas de la vida, porque afectan a la madre pero también al descendiente". Por eso, afirma esta experta, "no basta con que la embarazada coma más, sino que debe modificar su dieta, eligiendo aquellos alimentos más apropiados. Lo importante es buscar un consumo racional de todos los alimentos".

Durante un seminario sobre "Nutrición y cerebro" celebrado en Altea, España, los especialistas congregados han insistido en que la alimentación de las gestantes condiciona el desarrollo y la función del cerebro de los bebés. Además, confirman que "la situación nutricional previa con la que se empieza el embarazo no suele ser la óptima".

Los nutrientes con más impacto sobre el desarrollo cognitivo del bebé durante la gestación son: proteínas, hierro, yodo, zinc, cobre, selenio, ácidos grasos (ALA, DHA y EPA), vitamina A y vitaminas del grupo B (B1, B6, B12, folatos). "Las deficiencias de estos nutrientes afectan al cerebro del feto, pero dependen del momento en el que aparezcan y de la gravedad de las mismas. El último trimestre de gestación es especialmente crítico", señala la especialista de la Complutense.

Por ejemplo, la deficiencia de ALA (un ácido graso) afecta a la agudeza visual y al rendimiento cognitivo de los niños; las deficiencias de vitaminas del grupo B provocan fatiga, nerviosismo, depresión e irritabilidad; y la carencia de proteínas se relaciona con déficits globales y específicos de algunas áreas del cerebro, como el hipocampo o la corteza.

Los ácidos grasos tienen la clave

Entre los nutrientes esenciales para el desarrollo cerebral del bebé destaca el ácido docosahexanoico (DHA), un ácido graso Omega 3. A través de la placenta, la madre traslada al feto este ácido graso vital, "por lo que es muy importante que la embarazada consuma suficiente para no quedarse ella sin reservas", explica la experta en nutrición.

Algunos trabajos revelan que "los niños suplementados con DHA hasta los 17 meses tienen mejor agudeza visual a los cuatro años de vida y mejor capacidad cognitiva", según argumenta Pablo Sanjurjo, pediatra del hospital Las Cruces de Baracaldo. Asimismo otros estudios han señalado que la carencia de DHA de la madre puede ser un importante condicionante de la depresión posparto.

"La educación nutricional de las embarazadas debe asegurar que toman suficiente cantidad de DHA", concluye Ortega. Sin embargo, la ingesta de éste y otros ácidos Omega 3 son insuficientes en Europa.

"El consumo de pescado azul, que es uno de los alimentos que contiene Omega 3 de forma natural, se ha reducido en las embarazadas, principalmente por el miedo al mercurio", explica el doctor Sanjurjo. Otros productos que contienen DHA son los aceites de algas y de hongos, las vísceras y carnes, el huevo y la leche materna. La relación entre la alimentación y el desarrollo cognitivo del niño es muy importante, ya que al nacer el peso del cerebro es el 70% del de un adulto y a los cinco o seis años ya se ha completado el crecimiento cerebral. Lo que se pierda en esta etapa será irrecuperable luego.

Babyplus en conjunto con una alimentación adecuada por parte de la madre, son el complemento perfecto para que un bebé en gestación logre desarrollar completamente sus habilidades intelectuales, creativas y emocionales. Una alimentación sana durante el embarazo, al igual que babyplus, entrega ventajas que perdurarán para toda la vida del bebé, como el mejor de los regalos que puedas entregarle a tu hijo en desarrollo.



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De Babyplus Chile

jueves, 15 de enero de 2009

Babyplus, desde esta página a todo el mundo

Estos últimos meses hemos tenido gran demanda de Babyplus desde todos los rincones de sudamérica y España. Con el fin de facilitar la compra del producto a todas las personas, no importando el país donde se encuentre, hemos puesto a dispocición de todos, al costado derecho de este blog, el link para adquirir el Patentado Sistema de Educación Prenatal Babyplus, sólo debes hacer click en el nombre de tu pais y listo. El producto se despacha automáticamente. Si tienes cualquier consulta nos escribes (contacto@babyplus.cl) o llamas al (562)570 90 98, por skype (babypluschile) o a través de el live chat ubicado en esta página o en www.babyplus.cl


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De Babyplus Chile